GAP

GAP

En qué consiste el GAP


Para la sesión de GAP solo se necesita llevar ropa cómoda y contar con una superficie adecuada de trabajo. De forma complementaria, se puede trabajar con materiales auxiliares para aumentar la resistencia, como picas y/o barras de peso variable, mancuernas de peso variable, colchonetas para ejercicios de suelo e incluso un step, entre otros.

El GAP se ha puesto de moda en los últimos años por varios motivos. Uno de ellos es porque ayuda a combatir la celulitis, problema especialmente delicado para las mujeres. Pero el GAP no es solo para ellas: ellos también pueden obtener grandes beneficios con este ejercicio. Para todos, ayuda al equilibrio muscular de la cadera gracias al fortalecimiento de los glúteos.

Por otra parte, el fortalecimiento de la zona abdominal ayuda a crear una faja de sujeción que contribuye a mejorar los problemas de espalda y a proteger los órganos internos. En el caso de las mujeres, esto contribuye también a fortalecer el suelo pélvico, fundamental para evitar problemas de escapes de orina en la tercera edad, muy especialmente en mujeres que han tenido varios hijos.

Los glúteos apoyan el núcleo y ayudan a soportar ejercicios y movimientos complejos. También ayudan a evitar desequilibrios musculares. De hecho, los glúteos débiles contribuyen a desarrollar ciertos problemas, como mala postura, dolor lumbar, desequilibrios y falta de fuerza, entre otros.

Por su parte, unas piernas tonificadas ayudan a prevenir lesiones articulares (rodilla, cadera, etc.) y a mejorar el equilibrio. También nos hace más eficientes en nuestras actividades, en nuestros desplazamientos y en cuanto necesitamos generar fuerza, tanto de forma estática como dinámica.

Beneficios del GAP

Teniendo en cuenta lo anterior, podemos decir que las clases de GAP aportan los siguientes beneficios:

  • Fortalecimiento y tonificación de glúteos, piernas y zona abdominal.
  • Definición de los músculos, consiguiendo una figura estéticamente más bonita.
  • Corrección de problemas posturales y de espalda.
  • Aumento de fuerza en el tren inferior: glúteos, abductores, aductores, cuádriceps, isquiotibiales y gemelos.
  • Los ejercicios focalizados permiten mejorar notablemente la fuerza en glúteos, abductores, cuádriceps, isquiosurales (isquiotibiales y bíceps femoral) y gemelos.
  • Prevención de problemas de incontinencia urinaria gracias al fortalecimiento de los músculos de suelo pélvico.


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